La obesidad y la enfermedad cardiovascular

La obesidad está directamente relacionada con la enfermedad cardiovascular por la coexistencia con otros factores de riesgo, particularmente dislipemia, hipertensión y diabetes.

Asimismo, la tensión arterial elevada es un importante factor de riesgo cardiovascular y por ello se recomienda moderar la sal en las comidas (no más de 3 gramos al día), y en individuos obesos restricción calórica y ejercicio regular.

Ademas se ha demostrado que en obesos, una pérdida de peso en torno al 10 %, disminuye el riesgo cardiovascular.

De otro lado, la diabetes mellitus duplica el riesgo de eventos cardiovasculares, mientras que un adecuado control glucémico disminuye el riesgo cardiovascular y para ello el tratamiento nutricional es esencial.