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Tratamientos para controlar la tensión arterial
La hipertensión se desarrolla cuando la presión a la que circula la sangre por las venas y arterias de nuestro cuerpo supera los parámetros establecidos como normales. Los lÃmites de tensión arterial alta y baja establecidos como máximo son 140/90 respectivamente, aunque las cifras pueden depender de la edad de la persona los jóvenes y niños deben estar por debajo de estos lÃmites.
El problema de la hipertensión arterial es que, siendo una enfermedad grave por las repercusiones que con el tiempo pueden tener los órganos vitales como el corazón, los riñones, el cerebro, o el sistema vascular, no presenta sÃntomas muy evidentes.
Los especialistas calculan que un 30% de los españoles afectados por la enfermedad desconocen que lo están. Otro 30% lo saben, pero no siguen ningún tipo de tratamiento ni control.
Tratamientos para la tensión arterial
Los tratamientos para la tensión que pueden ayudar a controlarla se basan en tres aspectos fundamentales: cuidar la alimentación, realizar ejercicio fÃsico y recibir un tratamiento farmacológico adecuado y personalizado.
Cuidar la alimentación
Aprender a comer bien con dietas saludables es el objetivo más importante a la hora de cuidar el corazón. La ingesta de sal excesiva en la dieta causa retención de lÃquidos y aumento de la tensión arterial.
Para controlar la tensión, el primer paso es disminuir la ingesta de sal total, incluida la contenida en los alimentos. Es importante leer las etiquetas de los productos si se ha de llevar una dieta hiposódica estricta.
Comer más frutas y verduras puede mejorar los elevados niveles de tensión ya que el potasio que contiene estos alimentos favorece esta reducción. Para ello cultivar nuestro propio huerto urbano en casa puede ayudarnos a aumentar el consumo de estos alimentos además de obtenerlos de mejor calidad.
Realizar ejercicio fÃsico
El deporte es imprescindible para bajar el exceso de grasa corporal, aquella que se acumula al ingerir más calorÃas de las que gastamos. Además el corazón es un músculo y como tal requiere de entrenamiento para trabajar de manera óptima.
El deporte moderado ayuda a mejorar la condición cardiovascular, a fortalecer el corazón, a bajar peso y a controlar la tensión arterial.
El exceso de peso contribuye a un mayor trabajo cardÃaco. La obesidad está asociada a la hipertensión arterial en gran medida, en parte debido a que los obesos presentan un aumento de la insulina que a través de un menor flujo de la circulación renal produce una retención de sales. En algunas personas basta disminuir de peso para controlar la presión arterial.
Medicamentos para controlar la hipertensión arterial
Existen diferentes tipos de medicamentos que ayudan a controlar de forma adecuada la hipertensión. Independientemente de la causa, hay un amplio abanico de medicamentos para tratarla, a veces se combinan hasta encontrar el tratamiento personalizado de medicamentos que funciona en cada paciente hipertenso.
Es muy importante realizar un buen diagnóstico de las causas de la aparición de la hipertensión en un paciente para poder realizar el tratamiento más adecuado ya que muchas veces simplemente modificando los hábitos de vida se puede conseguir una reducción en estos niveles sin necesidad de que el paciente tome medicación.
Los medicamentos más utilizados para tratar la hipertensión son:
Diuréticos: Estos medicamentos aumentan la eliminación de orina y sal del organismo, lo que sirve para bajar la tensión, tanto por el lÃquido perdido como porque asà disminuye la resistencia al flujo sanguÃneo de los vasos del organismo.
Betabloqueadores: Actúan bloqueando muchos efectos de la adrenalina en el cuerpo, en particular el efecto estimulante sobre el corazón. El resultado es que el corazón late más despacio y con menos fuerza, de este modo se consigue reducir el gasto cardÃaco, el volumen sistólico, la frecuencia cardÃaca
Calcio-antagonistas: Los bloqueantes de los canales del calcio impiden la entrada de calcio en las células. Esto disminuye la tendencia de las arterias pequeñas a estrecharse, disminuyen la contractilidad miocárdica y disminuyen las resistencias vasculares periféricas.
Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECAS): Disminuyen la tendencia de las arterias pequeñas a estrecharse, pero por un mecanismo distinto. Impiden que se genere un producto del organismo que se llama angiotensina II, y sin el cual no se puede producir la renina que eleva la tensión y estrecha los vasos.
Vasodilatadores: Producen la dilatación de las arteriolas por acción directa sobre la musculatura lisa. Esta dilatación origina taquicardia refleja y retención salina por lo que se suelen utilizar asociados a un diurético y un Betabloqueante que contrarrestan dichos efectos.
Alcaloides totales, Reserpina, Bietaserpina: Su efecto se basa en el vaciamiento de los depósitos de catecolaminas (mediadores de la respuesta nerviosa autónoma- involuntaria) a nivel central y periférico.
También se debe tener en cuenta que ciertos medicamentos aumentan la resistencia vascular, entre ellos están los Antiinflamatorios no esteroideos, los Anticonceptivos, los Simpaticomiméticos y los Esteroides.
Cómo saber si el tratamiento para la tensión funciona adecuadamente
La forma de saber si el tratamiento para la tensión con medicamentos está funcionando es tomarse la tensión, siempre a la misma hora ya que ésta varÃa a lo largo del dÃa. Una vez la presión arterial se ha normalizado, conviene tomarla una o dos veces por semana, pero ya a horas distintas. El objetivo de los diferentes tratamientos para la tensión arterial es mantenerla en niveles normales a lo largo de todo el dÃa.
Si es necesario tratar la hipertensión con medicamentos, en muchos casos dichos medicamentos tendrán que tomarse de forma continua durante el resto de la vida del enfermo. En ningún caso hay que dejar la medicación cuando la presión arterial se normalice, salvo que su médico diga lo contrario. Y si a pesar del tratamiento la tensión arterial vuelve a subir, se ha de consultar al médico.
Los cambios en el estilo de vida, incluidos los cambios dietéticos y la práctica de ejercicio, son lo más importante en el control de la hipertensión arterial, pero a menudo hace falta una combinación de terapias, incluidos los medicamentos.
La mejor manera de prevenir es medir la tensión cada cierto tiempo de este modo se consigue detectar oportunamente una situación que, de prolongarse a lo largo de los años con el tratamiento adecuado, puede provocar complicaciones tan importantes como un infarto de miocardio o una hemorragia cerebral.